Migraciones interregionales: Un problema que profundiza el círculo de la pobreza

Escrito por Marcelino Gómez, Coordinador Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Central Sede La Serena.

Desde un tiempo a esta parte, mujeres jefas de hogar viajan a otras regiones buscando una oportunidad laboral, dejando al cuidado de sus hijos a los abuelos, personas que no están capacitadas para brindar un apoyo a su formación y educación.

Este fenómeno que se produce, afecta directamente, no sólo a los niños y niñas que quedan en esta situación, sino también a estas personas de la tercera edad, los cuales en la mayoría de los casos no están preparados para enfrentar nuevamente una paternidad.

Este nuevo cumplimiento de roles que se produce en estos adultos mayores no deben ser asumidos por parte de ellos, ya que en ese momento de la vida lo que le corresponde es velar por su tranquilidad y su propia condición de salud.

Este fenómeno social se está dando con frecuencia en nuestra Región de Coquimbo, sobre todo en sectores rurales de los valles de Elqui, Limarí y Choapa. En la mayoría de los casos, estas mujeres jefas de hogar viajan al norte de nuestro país, a ciudades mineras, para desenvolverse en Shoperías, empleadas domésticas, cafés, etc.

Hay que decir que el cuidado de niños/as tiene múltiples requerimientos, lo que no se condice con las condiciones físicas, psicológicas y socioculturales que los adultos mayores poseen, sobre todo en estos sectores rurales. Si bien es cierto en el ámbito de la enseñanza de hábitos pueden tener una labor aceptable, en lo que se refiere al apoyo en el tema escolar por ejemplo no es mucho el aporte que pueden hacer. Esta situación hace que los niños/as tengan déficit escolar, lo que a la larga va a ir en desmedro de sus posibilidades de poder optar a una mejor condición de vida.

Lo que se debería hacer las autoridades para contrarestar de alguna manera esta siuación es hacer un catastro de los jóvenes y adultos mayores que están en esta situación. Como segunda acción se debe dar un fuerte apoyo a los niños/as, ya que estos están en proceso de formación y todavía se puede hacer algo por ellos, y tercero dar herramientas a los adultos mayores para que de alguna forma puedan enfrentar de mejor manera esta situación.